sábado, 7 de mayo de 2022

LOS PLANETAS ESCUELAS. Una realidad cósmica.

 


LOS PLANETAS ESCUELAS. Una realidad cósmica.   

Leonardo Díaz. Astrólogo Metafísico. 

La Tierra, nuestro «Planeta Escuela» es muy joven, podemos decir que aún se encuentra en estado muy primitivo, apenas ayer, unas rondas antes que la actual, la consciencia dormida en el reino mineral evolucionó en los reinos vegetal y animal y se encuentra lentamente despertando en humanidad.

Todos los aquí encarnados somos alumnos en este Planeta Escuela, y sin importar la densidad de la materia karmática encarnada, ni las oscuras profundidades de las aulas en las que asistimos, ni las lecciones aceptadas, en ella nos graduaremos.

En este Planeta Escuela, ningún alumno debe juzgar las lecciones de otros alumnos, ni los errores cometidos durante el aprendizaje, tengamos muy presente la sentencia «los últimos serán los primeros y los primeros los últimos». Tengamos también presente que todas las Almas son puras en su Luz y que la materia oscura de sus vehículos encarnados la orbitan buscando ser trasmutada, igual que los planetas alrededor del Sol. Somos Luces enviadas por la Luz Mayor. Luces descendidas servidoras en la construcción del «Reino prometido». Un misterio que lentamente se irá revelando en la medida que despertemos.       

La Gran Verdad ha sido revelada en los textos Sagrados, no solo en la Biblia, también muchos otros; Somos hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza y llevamos en nuestro interior su Luz. Nuestro Padre Creador depositó en nosotros su semilla de Luz, su Chispa Divina, para con ella poblar los mundos por Él creados. Llevamos en nosotros la raíz del Absoluto, las dimensiones más sutiles y abstractas, la Luz más pura.

En realidad no fuimos expulsados del «Paraíso», es imposible ser expulsado, el «Paraíso», lo llevamos dentro de nosotros, en la Luz que portamos. La verdad es que, como Almas, hemos aceptado ser enviados para, en la misma medida cooperamos con la evolución, sirvamos de canales, portales para el contacto ente el cielo y la  densa materia, entre el cielo y millones de otros mundos, Planetas Escuelas en plena actividad creadora.  

Hemos querido entrar en estos mundos y los Arcángeles y ángeles de Dios nos han traído hasta aquí, transportándonos en sus corrientes de Luz. Los Planetas Escuelas son una realidad cósmica, y la Tierra es solo una de millones dispersas en el Universo. Las Chispas encarnadas ingresan en la Rueda de cada Planeta Escuela y en ella evolucionan hasta graduarse y dar el salto de criatura a «cocreadores» con el Padre. Esotéricamente le llamamos Despertar.

Las humanidades, terrestre y de otras cadenas, están destinadas a realizar grandes cosas. Somos semidioses en camino a convertirnos en verdaderos dioses hijos del Padre Universal.

Las potencialidades las llevamos dentro, ellas son nuestra herencia Divina y nuestro destino, en ella se encuentra la clave de nuestra existencia. Nuestro hermano mayor, quien en el «Planeta Escuela Tierra», hace más de 2000 años, alcanzó la iniciación Crística, cuando realizaba milagros sentenció «cosas más grandes que estas harán ustedes»

La creación no ha terminado, la «séptima ronda no ha concluido», el «séptimo día no ha llegado», es muy temprano, aun somos la prehistoria de un futuro maravilloso, de un futuro «prometido por el Padre Creador».

Es una aberración teológica insinuar que hemos sido creados para adorar pasivamente y por la eternidad al «Padre» que con su chispa fecundó el Vientre de la Madre Cósmica, la «Gran Matriz», donde la Creación ocurre. Hemos sido creados para participar activamente en la expansión del Universo como «espíritus despiertos», como «dioses cocreadores».

Lentamente, el Alma inmortal, encarnando y desencarnado, ciclo tras ciclo, avanza en las ruedas que giran. El Plan de Luz y Amor de Dios está escrito en nuestro interior. Los alumnos siempre nos graduaremos, uno antes que otros, aunque algunos, haciendo uso de su libre albedrío, pueden renunciar a esta escuela y retornar al sueño.

Las personalidades formadas por el cuaternario inferior, guardan grabadas en su materia, los ecos de la Luz, pero no son la Luz,  no son los verdaderos estudiantes de esta escuela, ellas solo son expresiones temporales mortales, no confundamos la Luz con sus sombras, ni a los estudiantes con sus útiles escolares.

Nuestras Almas, matriculadas en esta escuela, son nuestra realidad espiritual  y en su luz somos inmortales. Celebremos la Vida y sus misterios, aprendamos cada día nuestras lecciones, permanezcamos en el camino del buen estudiante porque existen sobradas razones para VIVIR.  

Nota: Este texto no es producto de canalización alguna o algo parecido. Se trata compartir comprensiones de su autor, sobre lo estudiando por años en los tratados de; Astrología Esotérica, y Fuego Cósmico, de Alice A Bailey, la Doctrina Secreta de H.P.B., Estudio sobre la Conciencia y el Cristianismo Esotérico de Annie Besant.